En la guerra, como en el amor, todo vale y siempre queda un perdedor. Normalmente pierde el que quiere mas, al igual que en una mesa de black yack.
Me olvidare de tu amor de garrafón, olvidare tus besos de judas, hoy voy a darle a mi pobre corazón, una de capas de alguna pintura que borre las humedades que le han dejado tus recuerdos.
Hoy las penas, como la pasión, duran poco y dejan siempre un mal sabor, una mezcla entre sal y limón exprimido en mi marchito corazón.
Y detente, pase mis años olvidada en una trampa para ratones en que tu eres el queso. Y ahora te digo corazón que no me dejas elección, que nuestra relación fue un chiste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario